Les Folies Bergère, símbolo de la noche parisina
Nacido en 1870, este lugar que combina el teatro con el café concert, escenario de todas las músicas, cantado, contado, pintado y dibujado por todos los artistas, es con sus 130 años de vida el símbolo del arte de vivir de los parisinos y por eso ha superado con éxito todas las tormentas de la historia y los cambios de época.
Conozcamos un poco la historia de este lugar que se ha convertido en un verdadero emblema de la noche y el entretenimiento de la ciudad. En el siglo XVI el 32 de la rue Richer era un terreno atravesado por un pequeño río llamado Grange-Batelière que, según se dice, pasa actualmente por debajo de la Ópera Garnier.
A mediados del siglo XVIII se construyó una gran tienda especializada en ropa de cama llamada «Las columnas de Hércules», que no duró demasiado; en pocos años, se anunció en el lugar la construcción de una sala de espectáculos con la dirección del arquitecto Plumeret. Fue en 1867, año en que dejó de tener vigencia una ley que controlaba severamente los espectáculos artísticos.
La palabra «Folies» designaba un tipo de establecimientos donde la nobleza realizaba fiestas con conciertos, espectáculos y danza. Hubo varios «Folies» en París desde 1789, como Les Folies Méricourt , St-James o Beaujon, que tomaban el nombre del barrio en el que se encontraban. Después la moda fue colocar el nombre de la calle luego de la denominación «Folies»; los propietarios de la sala de la calle Richer decidieron tomar el nombre de una calle cercana, Bergère, y así nació el mítico nombre del teatro.
Aquí nacieron el género de revistas y el music-hall, pero la especialidad de Les Folies Bergère fue el ballet humorístico, con la presencia de «vedettes» que se hicieron famosas aunque sus historias no estuvieron exentas de escándalos o dramatismo. Innovador y audaz, cimentó su prestigio como sala de espectáculos de lujo, consagrándose definitivamente como templo del music-hall.
En la década del 30 del siglo pasado el teatro fue completamente remodelado. Se creó un nuevo nivel aumentando la capacidad de 930 a 1679 plazas; en el subsuelo se abrió una sala con capacidad para 300 espectadores, se agregaron vestuarios y salas de descanso. La fachada, que había sido construida en 1872, fue hecha a nuevo en estilo art-decó, con un magnífico fresco del escultor Pico que actualmente es considerado monumento histórico. ¡Todo esto se hizo durante dieciséis meses sin interrumpir las actuaciones! Por ejemplo, para construir la nueva fachada, se trabajó detrás de la antigua y se la demolió cuando la nueva estuvo terminada.
En 1980 Les Folies celebró la entrada de su espectador número 50 millones, prácticamente el equivalente de la población francesa. Actualmente se ha transformado en una sala moderna donde tienen cabida los mejores espectáculos sin dejar de cumplir con el sueño de sus fundadores, y es utilizado para convenciones o presentaciones animadas con lujosos decorados y efectos escénicos.
Foto: Sitio Oficial

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