Canales de París, patrimonio histórico

Canal Saint Denis

La red fluvial de París contribuyó en gran medida al desarrollo de los vínculos económicos e imprimió su particular sello al paisaje urbano del este de la ciudad a lo largo de una historia de cuatrocientos años.  Actualmente los canales son utilizados para turismo fluvial y deportivo, y también para el transporte de pasajeros como en el Canal Saint-Denis, mientras se proyecta turismo de veleros nocturnos por el Canal Saint-Martin.

Haciendo un poco de historia, a comienzos del siglo XVI se construyó el canal de Ourcq, de cuarenta millas de largo entre Silly-la-Poterie y el Marne, cerca de Lizy.  Permitía el transporte de mercaderías y se construyeron presas para la distribución de agua para beber y para riego.

En 1800 el Primer Cónsul Napoleón Bonaparte decidió la creación de los canales Saint Martin, Saint-Denis y Ourcq para proveer de agua potable a la ciudad y resolver los problemas de la navegación, además de los puertos y canales de corte para evitar el paso de los barcos por el centro de la ciudad.

La actual red fluvial de la ciudad de París, la única en Francia perteneciente a una autoridad local, mantiene su doble función original de transporte y abastecimiento de agua y es una muestra de la excepcional ingeniería del siglo XIX junto con las innovaciones del siglo XVII.

Esta red tiene lugares para ver como las esclusas del canal Ourcq: este canal se conecta al río Ourcq en Mareuil-sur-Ourcq (Oise) y recorre casi cien kilómetros hasta el estanque de La Villette. El canal fue construido para proveer de agua potable a la ciudad pero dejaba sin agua a otros canales de la ciudad.  Como solución se crearon cinco esclusas, la última de las cuales la de Vuigner que todavía está en servicio con un enfoque original que, de hecho, se volvió a utilizar en las esclusas reconstruidas entre 1991 y 1998.

También la planta de bombeo Trilbardou, creada para resolver los problemas de falta de agua durante las sequías de mediados del siglo XIX.  La ciudad adquirió un molino de la firma Langenard, que había quebrado y se dedicaba a la fabricación de alambres y laminados utilizando energía hidroeléctrica. En 1867 se instaló la presa Trilbardou con una cascada que permitió la construcción de una máquina hidráulica que fue encargada al ingeniero Alfonso Sagebien. Este ingeniero había inventado una máquina llamada rueda de válvulas, una exitosa rueda de molino que operaba con el peso del agua además de la velocidad de flujo.  Fue muy elogiada y actualmente es un monumento.

Queda mucho en el tintero, como la planta de bombeo de Villiers-la-Rigault, el estanque de La Villette, el acueducto de Clignon y los pequeños canales, pero los dejaremos para nuestro próximo viaje.

Foto: Vía Panoramio

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Categorias: Historia de Paris


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