El techo verde de la estación Montparnasse

Jardin Atlantico

La remodelación de la estación ferroviaria Montparnasse, que comunica París con el oeste de Francia, fue uno de los proyectos urbanísticos de reconstrucción más importantes de la ciudad.

En la década del 70 del siglo pasado se trabajó sobre un área de 80 acres comprendida por las calles Vercingétorix y René Mouchette y se construyó la nueva estación de Montparnasse, al lado de la Torre, que junto con la estación de Vaugirard, inaugurada en 1991, son ahora la terminal ferroviaria más grande de París.

Por allí circula el TGV que une la costa atlántica con la ciudad de París y es utilizado por 60 millones de pasajeros al año. Es difícil imaginar algo de calma y verde en estas circunstancias, y más aún en un lugar lleno de edificios altos. Sin embargo, ese lugar existe y está en el techo de la estación de Montparnasse: el Jardín Atlántico.

Es una losa de 3.5 hectáreas a 7 u 8 metros de altura, del tamaño de la Plaza de la Concordia, y se construyó en los primeros años de la década del 90 del siglo pasado.  Fue diseñado por los arquitectos paisajistas Francois Brun y Michel Pena y representó un enorme desafío, pues la zona está llena de edificios altos y hay una variedad de instalaciones como cables e iluminación, ruidos de trenes, automóviles y autobuses, además del esfuerzo mecánico de la estructura para soportar el Jardín.

Los árboles fueron plantados directamente sobre los pilares que sostienen la losa; la nave está bordeada de árboles de un lado de América y Europa por el otro. Una moderna estructura sirve de apoyo a un espejo circular, una magnífica fuente llamada la Isla de las Hespérides, en el centro del césped; alberga gigantescos aparatos meteorológicos y refleja los rayos del sol hacia el Miroitements que está casi siempre a la sombra. Otras esculturas de Bernard Vié resuelven ingeniosamente la falta de sol.

Si van con niños, les encantarán los juegos con temática oceánica, y los que buscan algo más animado encontrarán todo un sector dedicado al deporte, con espacios para jugar al tenis, ping ping y hacer gimnasia.

Tiene horario de invierno y verano, y es muy fácil llegar con el metro de las líneas 4, 6, 12 y 13 descendiendo en las estación Montparnasse-Bienvenue, Gaîté o Pasteur, o en autobús. Hay visitas guiadas, y también se encuentran allí el Memorial del Mariscal Leclerc de Hauteclocque y el Museo Jean Moulin.

Y si bien cada tanto el ruido de los trenes, los anuncios y los edificios nos recuerdan que estamos sobre una de las estaciones ferroviarias con más movimiento de la ciudad de París, el lugar es ideal para una pausa refrescante.

Foto: Vía Flickr – Slazebni

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Categorias: Turismo en París


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