El Canal de l’Ourcq, cultura y diversión naval

Canal de l'Ourcq

En el Siglo XIX bajo el imperio de Napoleón, se creó un canal para conectar el río Ourcq con la ciudad de París, para intentar solucionar los graves problemas de abastecimiento de agua que tenía la ciudad. El canal comenzó a construirse en 1802 y recién se terminó en 1821; servía también para transportar mercaderías hacia la capital y por aquí circularon materiales de construcción, madera y carbón.

Sin embargo a mediados del siglo XX se abandonó la navegación comercial para transformarse, a partir de 1983, en un canal de recreo que locales y visitantes aprovechan para la distensión y el ocio. De hecho, antiguas tarjetas postales muestran que los parisinos tienen esta costumbre ¡desde hace mucho tiempo!

El canal es un lugar privilegiado para grandes acontecimientos sociales y culturales de la ciudad de París, y los antiguos caminos de sirga son elegidos por ciclistas, caminantes y patinadores y por muchas familias para pasear en un entorno verde cerca de la ciudad.

Los más valientes se aventuran más allá de los límites del Seine-Saint-Denis hasta Claye-Souilly donde encuentran un ambiente campestre y relajado, pero el canal es ideal para la navegación deportiva y de recreación: salidas en barco, canoas o piraguas.

El punto de partida es el Parque de la Villette, donde comienza un sendero peatonal que bordea el canal, de 6 Km. de extensión, con puestos de información turística, a lo largo de los cuales el paseante podrá descubrir los grandes momentos de la historia del Canal del Ourcq.

Si llegan entre mayo y septiembre podrán disfrutar de una verdadera fiesta: el Verano del Canal, con animaciones y excursiones todos los fines de semana, y actividades náuticas y deportivas para toda la familia.

Por ejemplo, hay lanzaderas fluviales entre la cuenca de la Villette y Aulnay-sous-Bois, con paradas en los lugares más importantes como el Parque de la Villette, Pantin o Bobigny, en total más de veinte lugares deportivos y culturales a lo largo del canal. Otras naves entran al bosque de Sevran para descubrir la parte más bucólica del canal, y también hay cruceros culturales, cinematográficos, literarios o patrimoniales con profesionales especializados.

La guía de espectáculos y animaciones es casi interminable: cruceros con baile sobre el canal al son de los «guinguettes», tradicionales acordeones parisinos; peregrinaciones cinematográficas a la Villette: circuitos históricos dramatizados por actores…

No deben dejar de visitar el puente flotante, que une las dos orillas del canal del Ourcq entre la Ciudad de las Ciencias y de la Industria y el Grande Halle de la Villette y facilita el paso de las familias y ciclistas; entre el 7 de junio y el 30 de agosto, este puente gira sobre su eje para dejar pasar los barcos.

Foto: Peter12175

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Categorias: Turismo en París


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